El cambio climático es una de las grandes preocupaciones para las Administraciones Públicas hoy en día. Las Comunidades Autónomas deben incentivar la aplicación de medidas que promuevan la eficiencia y cambien la conciencia social. El País Vasco es una de las regiones pioneras en este ámbito. A continuación repasamos sus principales iniciativas en materia de sostenibilidad.
La responsabilidad medioambiental forma parte de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) fijados por las Naciones Unidas. Las administraciones públicas, como representantes de la ciudadanía, deben interiorizar una cultura de conciencia sostenible y posicionarse como referentes en este ámbito.
En este sentido, cualquier normativa impulsada por estas entidades es bien recibida. No solo a nivel nacional, sino también local. Las entidades locales tienen un contacto más directo con los ciudadanos, motivo por el cual deben erigirse como ejemplo a seguir.
El País Vasco es un buen ejemplo. Su Administración promulgó el pasado mes de febrero la Ley de Sostenibilidad Energética de la Comunidad Autónoma Vasca. Con ella se pretende disminuir la factura eléctrica de los entes públicos y ahorrar 700 millones de euros.
La movilidad y la eficiencia urbanística, focos de la sostenibilidad
El gobierno autonómico vasco dispone de una herramienta financiera de 100 millones de euros para llevar a cabo las inversiones necesarias y cumplir los objetivos propuestos. El reglamento afecta tanto a las administraciones vascas como a sus organismos autónomos y las entidades vinculadas o dependientes de estos.
Mediante esta normativa, las administraciones vascas se comprometen a disminuir un 35% el consumo de energía para 2030. Asimismo, de cara a 2050 se espera que este porcentaje aumente hasta un 60%. Otra de las acciones que las administraciones públicas llevarán a cabo es la realización de un estudio de sostenibilidad energética.
La transparencia es también uno de los puntos clave presentes en este nuevo reglamento. Así, la Ley de Sostenibilidad Energética del País Vasco contempla que las empresas energéticas tendrán la obligación de facilitar a las administraciones públicas toda la información que estas demanden sobre el consumo de productos energéticos.
También en materia de movilidad hay exigencias. Los coches que utilicen las instituciones tendrán que utilizar combustibles alternativos a partir de 2020. Esta medida se implantará también en el transporte público, por lo que la flota de vehículos empleará combustibles alternativos.
A nivel urbanístico, en 2030 un mínimo del 32% del consumo de cada administración debe proceder de instalaciones de aprovechamiento de energías renovables instaladas en los propios edificios. Estos inmuebles, además, tendrán que disponer de la certificación energética pertinente. En el terreno de la eficiencia urbana, las entidades urbanísticas tendrán que establecer puntos de recarga de uso público en las ciudades.
La realización de planes de actuación energética es otra de las claves de esta ley. En ellos plasmarán un análisis de la situación correspondiente a su ámbito de actuación. Por otro lado, en este documento se fijan las estrategias propias de cada entidad.
Los objetivos de la Ley de Sostenibilidad Energética, en consonancia con la UE
El texto promulgado por las administraciones vascas tiene como finalidad impulsar medidas de eficiencia energética en consonancia con la Unión Europea. En este sentido, las licitaciones para la compra de energía demandarán que el 100% de la energía que se adquiera tiene que ser de renovable. Entre los principales objetivos de la Ley destacan:
- Promover la implantación de energías renovables para evitar el uso excesivo de combustibles fósiles
- Implantar una movilidad más sostenible, utilizando medios de transporte que usen combustibles alternativos
- Reducir la factura energética de las administraciones públicas vascas
- Integrar los requisitos derivados de la sostenibilidad energética en las políticas públicas, con especial hincapié en las de ordenación del territorio, urbanismo, vivienda, transportes, energía e industria
- Establecer acuerdos con otras administraciones que fomenten la sostenibilidad
- Potenciar una gestión más local y comunitaria de la energía
La eficiencia energética, prioritaria para el País Vasco
Esta comunidad autónoma es una de las pioneras en España en materia de sostenibilidad. No solo por la ley que ha aprobado recientemente, sino por un conjunto de iniciativas que viene desarrollando desde hace varios años.
El Ente Vasco de la Energía (EVE), entidad dependiente del gobierno vasco, establece la Estrategia Energética Euskadi 2030. Se trata de un documento en el que se recogen los principales objetivos y líneas de actuación pública en materia de sostenibilidad y eficiencia energética de cara a 2030.
La finalidad de esta estrategia es intensificar las acciones para obtener eficiencia energética en todos los sectores consumidores. Para ello se pretende disminuir en un 18% el consumo de petróleo. En su lugar, se espera lograr una cuota de renovables del 21%.
Pero este plan no es el único que el gobierno vasco ha llevado a cabo para mejorar energéticamente. La Estrategia de Cambio Climático 2050 del País Vasco, promulgada en 2015, comparte el mismo objetivo.
Las administraciones públicas no solo tienen la potestad para implantar medidas que favorezcan la sostenibilidad. También tienen el deber ético de hacerlo e inculcar a los ciudadanos dicho pensamiento. En este sentido, el País Vasco ha puesto en marcha una serie de acciones destinadas a convertir a su administración en uno de los principales referentes en este ámbito.