Algo que debería caracterizar a las pequeñas y medianas empresas es su agilidad y dinamismo a la hora de buscar soluciones imaginativas que suplan sus carencias financieras o de estructura. De hecho, sus recursos internos limitados les llevan a depender más de todas las fuentes externas a las que puedan acceder. El concepto Open Innovation parece creado expresamente para ellas.
En realidad, la gran mayoría de eso que llamamos start up, aunque no se funde en un garaje, empieza como una micro empresa, formada por uno, dos o tres emprendedores que mediante los acuerdos de colaboración y cocreación, acaban alcanzando el maná de las sucesivas rondas de financiación que puede llevarles a convertirse en una gran corporación transnacional. Si con la llegada de la tecnología informática y las comunicaciones móviles la nueva economía entendió que la productividad podía mantenerse o mejorar en entornos abiertos como el teletrabajo, y nos acostumbramos a equipos deslocalizados, la economía digital da un paso más y permite que los proyectos se desarrollen entre profesionales de distintas empresas, y por supuesto países, formando parte de un todo. Esa es una de las claves de la innovación que permite convertirla en un producto final o línea de negocio. Mientras el viejo modelo se centraba en cómo las empresas podía generar conocimiento internamente y luego explotarlo en su propio beneficio como ventaja competitiva, el nuevo concepto de Innovación desarrollado por el profesor Henry Chesbrough hace más de una década, definió la Open Innovation como el método por el que las empresas pueden y deben utilizar ideas externas para avanzar. La diferencia con la estrategia de Marketing denominada Benchmarking, es que no se limita a imitar o evolucionar, las malas lenguas dirían copiar, lo que hacen otras compañías en una sola dirección, sino que se trata de un proceso colaborativo y abierto por ambas partes en el que aprendes de los demás y de nuevo, pones a disposición de otros lo aprendido y cómo lo has evolucionado.
Como resultado, no sólo las PYME avanzan más rápido, sino que el conocimiento se redistribuye en redes más complejas del mercado como clientes, proveedores, universidades, entidades públicas y otras organizaciones que ayudan al avance global de la sociedad.
Para las PYME representa, además, una garantía de supervivencia en el tiempo al no tener que soportar estructuras propias pesadas y poder adaptarse con mayor rapidez a los posibles cambios en el mercado o en la irrupción de nuevas tecnologías que dejen obsoletas sus inversiones.
El papel de la tecnología de la información en la Open Innovation
Una revisión de los estudios que investigan la relación entre TI y la innovación revela que, en general, contribuye al proceso de innovación en las organizaciones. Por ejemplo: las inversiones en TI, las competencias informáticas, las capacidades de conocimiento de TI o habilitar el uso de un sistema informático específico. A veces, de forma implícita todos los tipos de innovación son considerados por la medición de la innovación con elementos tales como el presupuesto de I + D.
Las TI tienen mucho que aportar a la innovación abierta; Sin embargo, la investigación del papel de las TI en la creación de este enfoque eficaz es un área poco investigada. Las tecnologías de la información, en particular de las herramientas de comunicación y colaboración que facilitan los intercambios con socios externos y los sistemas de gestión del conocimiento que permiten la exploración y explotación de los conocimientos relevantes de estos socios, parecen tener un papel fundamental en permitir la formación de iniciativas de innovación abierta. A pesar de su importancia, este tema ha recibido poca atención y hay muy pocos estudios.
En un artículo reciente, Kleis et al. (2012) se identificaron los tres mecanismos primarios (capacidades) a través del cual las TI contribuyen al proceso de innovación:
- Gestión del conocimiento (por ejemplo, mediante la conexión de las redes de conocimiento, la mejora de las capacidades de búsqueda y técnicas de minería de datos, y la generación de nuevos conocimientos valiosos de los sistemas actuales activo de conocimiento.
- La producción de la innovación (por ejemplo, facilitando la identificación de oportunidades, el desarrollo del concepto y diseño de la innovación).
- La colaboración de innovación externa (por ejemplo, proporcionando los vínculos para el intercambio de información con los socios externos y la creación de una asociación efectiva entre una empresa y un proveedor de servicios externo).
El Rol de las TI en la colaboración externa
Las tecnologías de infraestructura, tales como computadoras, redes y aplicaciones de comunicaciones (por ejemplo, correo electrónico) son fundamentales para estos esfuerzos de colaboración, aportando los vínculos necesarios para el intercambio de información con los socios externos. Pero las funciones de estos sistemas van más allá de las simples herramientas de comunicación y conectividad, y pueden permitir el trabajo cooperativo virtual en artefactos de diseño de productos, tales como dibujos de ingeniería, especificaciones de productos, entradas y salidas de diseño, informes de pruebas, y órdenes de cambio de ingeniería.
El Rol de las TI en la colaboración interna
Similar a la colaboración externa, la colaboración con los miembros internos de la organización también se ha puesto de manifiesto que es importante para la innovación. En particular, esta capacidad es esencial para los mecanismos de integración social, una de las tres capacidades de conocimiento. Estos mecanismos ayudan a una organización para construir estructuras sociales que «promueven la conectividad, la interacción, la coordinación y la comunicación entre los miembros de una organización mediante la creación de redes homogéneas de personas y del conocimiento» (Joshi et al., 2010, p. 475). Recientemente, las redes sociales tales como foros, blogs y wikis se han hecho populares dentro de los límites de las organizaciones. Por último, pero no menos importante, los sistemas de conferencia web y de trabajo en grupo avanzados, pueden permitir la colaboración interna efectiva, especialmente cuando encuentro cara a cara no es una opción.
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Fuente: Whitepaper del Centre Interuniversitaire de Recherche en Analyse des Organisations. ©CIRANO