Mientras los vehículos autónomos comienzan a verse por algunas carreteras y los operadores desarrollan la nueva red 5G, investigadores europeos creen que la actual red de telefonía móvil 4G podría convertirse en una herramienta de seguridad vial.
Las ayudas a la navegación en coches sin conductor requieren una transmisión fiable de datos de alta calidad para ayudar a la toma de decisiones en situaciones de emergencia, también cuando el conductor ha de tomar el control de la conducción. El equipo investigador formado por expertos de la Universidad de Bristol en colaboración con la Universidad Blaise Pascal en Francia, presentada durante el pasado SigTelCom 2017, cree que una solución rentable estaría en la utilización de las estaciones base de propiedad municipal para formar una red de frecuencia única (SFN) que permita a los conductores tener esa información de las carreteras, el clima, incidencias del tráfico, etc.
Para ello, habría que establecer unos límites estrictos sobe la probabilidad de interrupción de la transmisión de datos cuando se superponga a otra red celular existente.
Los investigadores también presentaron un algoritmo de asignación de potencia de transmisión extremadamente eficiente que, por las situaciones descritas, puede reducir la potencia de transmisión total SFN inmediata hasta 20 veces más que una solución de asignación de potencia uniforme estática. Esto es particularmente importante cuando las estaciones base utilizan una fuente de alimentación fuera de la red, tales como las alimentadas por baterías. En este sentido, el Dr. Andrea Tassi, investigador asociado de conectividad inalámbrica para vehículos autónomos del Departamento de Ingeniería Eléctrica y Elctrónica, que dirigió la investigación, aseguró que la obtención de información de los sensores de alta calidad es fundamental en situaciones de emergencia.
“Hemos demostrado que nuestra asignación de red propuesta —concluye el Dr Tassi— puede ayudar a reducir significativamente la potencia de transmisión en la red, mientras los ratios de ruido e interferencia (SINR) necesarios se cumplen mientras los coches reciben información fiable”.
El estudio completo puede descargarse en PDF.

©Bristol University
Mientras tanto, la red 2G comienza a despedirse
Aunque como vemos las redes 4G aún disponen de utilidades en pleno proceso de desarrollo futuro, las primeras infraestructuras que permitieron el crecimiento de la telefonía móvil en todo el mundo comienzan a desaparecer en los países más avanzados. Lanzada en 1994, las redes 2G han sido superadas tecnológicamente ampliamente primero por la 3G, luego la 4G y en la actualidad ya se está produciendo la migración a la 5G.
Dado que en los mercados más avanzados la demanda de transmisión de datos de banda ancha a máxima velocidad, o la explotación de Internet de las Cosas, ha desplazado la utilización de teléfonos no inteligentes, en Japón, Corea del Sur y EEUU o el gigante de las telecomunicaciones ATT ya han cerrado sus redes 2G. Australia planea hacerlo en septiembre de 2017 y Singapur ha prohibido recientemente vender más teléfonos 2G y las tarjetas SIM prepago no funcionarán en estos terminales. El objetivo de este país es convertirse en el más conectado del mundo, como vimos en esta entrevista de ONE a Tan kok Yan, Jefe del Programa Nación Inteligente de Singapur.
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Sin embargo, otros lugares no podrán prescindir de esta tecnología más barata. Se calcula que para 2021 el 11% de los teléfonos móviles aún será 2G, la mayoría en África y América Latina. El coste del terminal y la duración de la batería, así como la durabilidad de los teléfonos más sencillos significan para los países en desarrollo una brecha digital y económica difícil de superar inmediatamente.