Alemania, Irlanda, Países Bajos y España dispondrán de las primeras redes mundiales comerciales de Banda Estrecha de Internet de las Cosas (NB-IOT) en funcionamiento a partir del primer trimestre de 2017. Este estándar recientemente adoptado por la industria aplica la tecnología de red de Área Amplia de Baja Potencia (LPWA) y permitirá el desarrollo definitivo de infinidad de aplicaciones M2M.
El despliegue de NB-IoT inmediato será posible gracias a que la red actual de Vodafone requerirá de una sencilla actualización de software en las estaciones 4G actuales, por lo que para 2020 se espera que esté activa en la red global mundial.
Llegar a más lugares con menos requisitos
Gracias a que requiere de menores consumos de energía para alcanzar su máxima potencia y cobertura, las redes LPWA permiten conectar dispositivos en lugares anteriormente de difícil acceso, como por ejemplo aparcamientos subterráneos. Además, su bajo consumo de batería asegura el mantenimiento de la operatividad del dispositivo por más tiempo aunque sufra cortes eléctricos o simplemente no haya posibilidad de conectarlo a una toma de corriente.
Esta tecnología, con menores costes y que al funcionar en bandas con licencia actual será muy accesible a todos los segmentos del mercado, potenciará gran número de aplicaciones prácticas comerciales e impulsará a las empresas a implantar la Industria 4.0 y modelos de negocio basados en la Transformación Digital e Internet de las Cosas.
Primeras pruebas en un parking inteligente
Tras la prueba piloto realizada por primera vez a nivel mundial en el aparcamiento de su sede en Madrid, conectando un sensor en el suelo de una de las plazas de aparcamiento para que una app mostrara el lugar disponible, Vodafone y Huawei se han unido para ofrecer una solución de aparcamiento inteligente basada en tecnología NB-IoT. Smartparking, permite conocer en tiempo real mediante un terminal bajo condiciones de escasa cobertura cuándo un coche está ocupando una plaza de aparcamiento.
Gracias a detectores colocados en estas plazas, cuando se ocupe una se enviará una señal. Esta señal se envía por una interfaz aérea a NB-IoT eNB, que la rebotará al núcleo de IoT y que será recogida por el servidor del aparcamiento. Éste mostrará su estado en Internet, por lo que cualquier terminal lo podrá leer (tablet, Smartphone o PC).
En definitiva, una tecnología muy asequible para una variedad de usos que seguro obtendrán una gran aceptación por parte de los de usuarios y que si a esto le sumamos el bajo coste de los módulos, cabe esperar una nueva ola de dispositivos conectados y una creciente demanda de mercado.
El desarrollo de NB-IoT cuenta con el apoyo de más de 20 de los mayores operadores a nivel mundial, que ofrecen comunicaciones a más de 2.900 millones de clientes y cubren más del 90% del mercado de Internet de las Cosas.
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