Las nanopartículas activadas por luz, también conocidas como puntos cuánticos, pueden proporcionar un impulso crucial en la efectividad de los tratamientos con antibióticos utilizados para combatir las superbacterias resistentes a los medicamentos, como E.coli y Salmonella , según muestra la investigación de la Universidad de Colorado en Boulder.
Buscando una solución para la resistencia a los antibióticos de algunas bacterias, los investigadores de CU Boulder pudieron volver a potenciar los antibióticos existentes para ciertas infecciones clínicas aisladas mediante la introducción de puntos cuánticos de nanoingeniería, que pueden desplegarse selectivamente y activarse o desactivarse utilizando longitudes de onda específicas de la luz.
En lugar de atacar convencionalmente a las bacterias infectantes, los puntos liberan superóxido, una especie química que interfiere con los procesos metabólicos y celulares de las bacterias, desencadenando una respuesta de lucha que la hace más susceptible al antibiótico original.
Los hallazgos, que fueron publicados en la revista Science Advances , muestran que los puntos redujeron la resistencia efectiva a los antibióticos de las infecciones clínicas aisladas por un factor de 1,000 sin producir efectos secundarios adversos.
Si bien otros tratamientos antibióticos anteriores han demostrado ser demasiado indiscriminados en su ataque, los puntos cuánticos tienen la ventaja de poder trabajar selectivamente a nivel intracelular. La Salmonella, por ejemplo, puede crecer y reproducirse dentro de las células hospedadoras. Los puntos, sin embargo, son lo suficientemente pequeños como para deslizarse dentro y ayudar a eliminar la infección desde dentro.
Fuente: CHATTERJEE GROUP
¿El fin de la poliomielitis?
Las nanopartículas con fines médicos pueden lograr también la erradicación de una de las enfermedades más terribles conocidas y que aún en 1988 afectaba a más de 350.000 niños en 125 países.
Un nuevo estudio de Nanopatch, una plataforma microscópica de administración de vacunas sin agujas desarrollada por investigadores de la Universidad de Queensland, ha demostrado que este parche cuenta con importantes ventajas a las vacunas actuales.
Básicamente, se dirige a las abundantes poblaciones de células inmunes en las capas externas de la piel, en lugar de a los músculos, lo que resulta en un sistema de administración de vacunas más eficiente.
La facilidad de administración, junto con la reducción de dosis observada en este estudio sugiere que el Nanopatch podría facilitar la vacunación económica de poliovirus. Una vacuna contra la polio simple Nanopatch, fácil de administrar, podría aumentar la disponibilidad de la vacuna IPV y facilitar su administración en campañas de vacunación de puerta a puerta y en masa.
Fuente: The University of Queensland