En un futuro cada vez más presente, los robots circularán de forma autónoma lo mismo por las carreteras que por las fabricas. Esto representa un reto importante para los desarrolladores, fabricantes y operadores ya que deben programarlos de forma que colaboren entre sí, no sólo en el envío de datos y toma de decisiones analíticas como ocurre en los dispositivos M2M, sino en sus movimientos físicos por los escenarios en los que se desplacen.
Hasta ahora, los sistemas de seguridad empleados para que los robots no colisionaran con cualquier otro objeto, o personas, se centraban sólo en evitar ese choque y lo que finalmente ocurría era que los dispositivos, simplemente, se paraban y dejaban de funcionar.
En los robots programados para realizar tareas conjuntas, los algoritmos se centran primeramente en las tareas previstas y considera al resto de robots como burbujas invisibles que los demás deben evitar, mientras nada los toque, se mueven sin problemas. Pero eso ya no es suficiente.
Pensando en un mundo con miles de robots
El equipo investigador del Georgia Tech’s Institute of Robotics and Intelligent Machines ha encontrado una solución para este problema con un conjunto de nuevos algoritmos que logran que cualquier número de robots se mueva a pocas pulgadas uno del otro sin chocar, intercambiando sus posiciones en el suelo del laboratorio. Se trata además de las primeras investigaciones en este tipo de algoritmos de seguridad mínimamente invasivos. Técnicamente, los robots están usando un conjunto de barreras y estados certificados que garantiza su propia posición dentro del conjunto de maniobras. Lo que de forma sencilla, consiste en reducir al máximo el perímetro de esa burbuja de seguridad a lo mínimo posible.
En un demostración con cuatro robots, máquinas del laboratorio se aproximaron desde cuatro áreas diferentes, se reunieron en el centro, dentro de un círculo a pulgadas entre sí y después se abrieron en abanico en direcciones opuestas. En otra demostración, ocho robots realizan la misma tarea, esta vez dando vueltas hacia la derecha antes de dispersarse. En lugar de mantener su distancia y tomar el camino más largo a sus vecinos, los robots se mueven de forma muy independiente donde lo deseen.
Los investigadores destacan de su algoritmo que aunque los vehículos autónomos de Google, por ejemplo, son completamente seguros en cuestiones de colisión, aún no hemos visto miles de coches sin conductor circulando juntos.
Sus sistemas de seguridad actuales son tan conservadores, que con seguridad paralizarían la circulación en una carretera actual. Además, esta tecnología podría servir también para maniobras de aproximación aérea en aeropuertos, actualmente en manos de personas y el resto de sistemas de transporte y logística conectados.
[youtube]https://youtu.be/2uujKTU0TYE[/youtube]
Fuente: GATECH