El concepto de «ciudades inteligentes» es una respuesta tecnológica a los desafíos en materia de desarrollo socioeconómico y la calidad de vida. Las tecnologías de Internet y de la red de banda ancha tanto fija como móvil actuando como facilitadores de los servicios electrónicos, son cada vez más importantes para el desarrollo urbano, mientras que las ciudades están asumiendo progresivamente un papel fundamental como impulsoras de la innovación en áreas como la salud, la inclusión, el medio ambiente y las empresas. El punto de partida es la definición de una ciudad para poder ser llamada ‘inteligente’ establecida por la University Amsterdam en (2009): «cuando las inversiones en capital humano y social, infraestructuras tradicionales como el transporte o modernas como las TIC alimentan la comunicación de crecimiento económico sostenible y una alta calidad de vida, con una gestión racional de los recursos naturales, a través de un gobierno participativo «.
Esta caracterización se basa implícitamente en el papel de Internet y la Web 2.0 como posibles facilitadores de la creación de bienestar urbano a través de la participación social, para hacer frente a los retos sociales latentes, como la eficiencia energética, el medio ambiente y la salud. Mientras que hasta ahora el papel de las ciudades y regiones en la innovación basada en las TIC se centró principalmente en el despliegue de infraestructura de banda ancha, el siguiente paso, el posible papel de las ciudades como entornos de innovación, está ganando reconocimiento. El objetivo de este tipo de iniciativas es movilizar a las ciudades y las zonas urbanas, así como los entornos rurales y regionales como agentes de cambio y como entornos de «innovación democrática» (Von Hippel, E.: Democratizing Innovation. The MIT Press, Cambridge, 2005).
Para lograr esta conversión de las Smart Cities en Open Labs, se necesitan alianzas y estrategias de cooperación claras entre los principales grupos de interés con el fin de compartir los recursos de investigación e innovación: como plataformas tecnológicas experimentales, herramientas TIC, metodologías y conocimientos.
Los responsables políticos, los ciudadanos y las empresas son los principales interesados en soluciones concretas a corto plazo, en beneficio de la creación de empresas, la estimulación de las PYME y la participación social. Muchas ciudades han iniciado programas de innovación TIC para estimular las aplicaciones empresariales y sociales, pero la ampliación de los proyectos piloto a gran escala y su despliegue en la vida real, es hoy en día crucial para la transformación. Los Living Labs, basados en la innovación abierta desarrollada por los propios usuarios, parecen ser el camino.
Los elementos necesarios para fomentar este desarrollo son:
- El desarrollo de la infraestructura de banda ancha combinando cable, fibra óptica y redes inalámbricas, ofreciendo alta conectividad y ancho de banda a los ciudadanos y organizaciones ubicadas en la ciudad.
- El enriquecimiento del espacio físico y las infraestructuras de las ciudades con implantación de sistemas, dispositivos inteligentes, sensores y aplicaciones, ofreciendo la gestión en tiempo real de datos, alertas, y procesamiento de la información.
- La creación de aplicaciones que permitan la recolección de datos y el procesamiento, la colaboración basada en la web, y actualización de la inteligencia colectiva de los ciudadanos. Los últimos avances en la computación en la nube y la Internet de las Cosas emergente de Open Data, la web semántica, y futuras tecnologías de los medios de comunicación tienen mucho que ofrecer.
Estas tecnologías pueden asegurar economías de escala en la infraestructura, la estandarización de aplicaciones y soluciones llave para el software como un servicio, que disminuyan drásticamente los costes de desarrollo al tiempo que acelere la curva de aprendizaje para el funcionamiento de las smart cities.
Todas las actividades económicas de la ciudad y los servicios públicos pueden ser vistos como ecosistemas de innovación en el que los ciudadanos y las organizaciones participan en el desarrollo. Es aquí cuando la tarea para las autoridades de la ciudad entra en juego con la facilitación de modelos de negocio que sustenten la operación a largo plazo de las ciudades inteligentes. Hasta la fecha, el entorno de las aplicaciones y sus modelos de negocio ha sido muy compleja y con soluciones limitadas disponibles «fuera de la plataforma». Una gran cantidad de experimentación, y muchos fracasos. Las ciudades se enfrentan actualmente a un problema en la normalización de los principales bloques de construcción de ciudades inteligentes, en términos de aplicaciones, modelos de negocio y servicios. La normalización reduciría drásticamente los costes de desarrollo y mantenimiento de los servicios electrónicos debido a la cooperación y el intercambio de experiencias en Ciudades Inteligentes.
La era de la Web 2.0 ha empujado a las ciudades a considerar Internet, incluidas las redes móviles, como una herramienta participativa para involucrar a los ciudadanos y turistas. Muchas iniciativas se han puesto en marcha por las ciudades, como Wikicity en Roma derivada de Senseable City Lab del MIT que estudia el impacto de las nuevas tecnologías, Real Time City Copenhague, o Amsmarterdam City.
Esta colección de iniciativas que ya se ven como un «Living Lab en red» de las ciudades para la investigación y previsión de cómo las tecnologías digitales afectan a las personas y cómo los ciudadanos están dando forma a esas tecnologías para cambiar el modo en que las personas viven y trabajan.
Sensores ambientales miden parámetros como la calidad del aire, niveles de temperatura o de ruido; redes de telecomunicaciones reflejan la conectividad y la localización de sus usuarios; redes de transporte gestionar digitalmente la movilidad de personas y vehículos, así como desechos de la ciudad, sólo para dar algunos ejemplos. Hoy, es cada vez más relevante estudiar la forma en que dichos flujos de datos pueden convertirse en herramientas para las personas que toman las decisiones dentro de la ciudad.
El proyecto Peripheria, cuyo objetivo es desplegar la Internet del Futuro (FI) con plataformas y servicios convergentes para la promoción de estilos de vida sostenibles a través de las redes emergentes de las ciudades periféricas «inteligentes» en Europa, con una vocación específica para la creatividad ecológica pone al alcance de las ciudades su servicio abierto Plataforma de Convergencia, concebida com una «Internet por y para el pueblo», con los paradigmas FI de Internet de las Cosas (IoT), Internet de Servicios (IOS) e Internet de Personas (PIO).
Peripheria ha identificado cinco escenarios urbanos arquetípicos de la nueva Smart City:
- Smart Neighbourhood (Vecindario Inteligente), donde se produce la interacción social basada en los medios.
- Smart Street (calle inteligente) donde desarrollar los nuevos comportamientos de movilidad.
- Smart Square (Plaza inteligente) el ágora donde se toman las decisiones cívicas de participación.
- Smart Museum and Park (Museo y Parque inteligente) donde compartir el aprendizaje adquirido.
- Smart City Hall (Ayuntamiento Inteligente), donde se prestan los servicios de gobierno electrónico.
¿Cómo de Inteligentes serán las ciudades en el futuro? ¿Cómo afectará la combinación de colaboración ciudadana con las nuevas tecnologías? Ken Larson, del MIT, responde a ONE:
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Fuente: Spring.