En 2023 desaparecerán lo que hemos conocido siempre como las cookies. Este paso se sitúa a favor de mantener una privacidad mayor para los usuarios. Sin embargo, la publicidad y las campañas online se verán enormemente afectadas puesto que proporcionaban una información muy valiosa para ejecutar campañas con éxito. No obstante, no es el fin del marketing digital. En este post desarrollamos cómo puedes seguir programando campañas para que tu mensaje llegue al mayor número de personas posible.
Tras muchas idas y venidas, Google ha confirmado el final de las cookies en Chrome para finales de 2023. Anunciantes y empresas han empezado ya a buscar alternativas que consigan hacer funcionar sus campañas de marketing digital. Y es que, aunque la medida no es nueva, muchos navegadores lo han hecho antes, en el caso de Google Chrome, el navegador sigue representando casi el 65% de la cuota de mercado, según datos de StatCounter. Por poner los datos en contexto, Firefox no llega al 4% y Safari se queda cerca del 19%.
¿Por qué las cookies de terceros son tan importantes?
Las cookies están tan integradas en nuestro día a día en el mundo digital que es fácil olvidar qué son y su propósito. Son aquellos datos sobre los usuarios que se almacenan en el historial de un navegador concreto, que no son generados por el sitio web propio, sino por servicios o proveedores terceros externos.
Las cookies son fundamentales para que empresas y anunciantes sepan más sobre los usuarios que visitan un sitio web, su actividad, el interés que despierta un determinado producto del catálogo, un post del blog o los datos necesarios para comenzar una campaña de retargeting.
Cuáles son las causas del fin de las cookies
La decisión de Google se sustenta en dos pilares, por un lado, la necesidad de una mayor transparencia respecto a los datos de los usuarios, es decir qué información se recoge y cómo, y la necesidad de adaptar la publicidad digital a los reglamentos de protección de datos, como el GDPR en Europa.
El segundo pilar se asienta en unos usuarios, más conscientes del valor que tienen sus datos junto con una, cada vez mayor, preocupación por su privacidad, alimentada por las filtraciones y brechas de seguridad que se han producido en los últimos años en algunos sites o plataformas.

En 2023 desaparecerán lo que hemos conocido siempre como las cookies.
Y ahora, ¿qué?
Aunque las cookies como tal dejan de existir, la empresa ha trabajado en presentar alternativas que satisfagan tanto a usuarios como a los negocios que hacían uso de ellas. Con el objetivo de presentar un proyecto más transparente que ofrezca información general sobre grupos de interés y no sobre usuarios concretos, Google ha diseñado el proyecto llamado `Topics´
Esta nueva tecnología recopilará información basada en los temas de las páginas a las que accedan los usuarios, como puede ser, por ejemplo, `viajes´ y que se adjudican a cada usuario de acuerdo a su historial de navegación.
De esta manera, el servidor “anotará los temas relacionados con las páginas en las que participas” según asegura la empresa.
En relación a los topics de las páginas que visite cada usuario se podrán definir los anuncios que aparezcan en cada web sin la necesidad de saber quién es cada persona detrás de una búsqueda, solo relacionando sus intereses.
Calendario de aplicación
La eliminación de estas “galletas” no se va a realizar de manera repentina. Si no que hay un calendario marcado por la empresa que está dividido en dos fases:
- Finales de 2022: durante nueve meses el sector publicitario y del marketing y aquellas empresas que hagan uso de las cookies podrán migrar sus servicios hacia la nueva propuesta de Google.
- Mediados de 2023: se eliminarán las cookies a terceros para conseguir su eliminación total a finales del año que viene e instaurar el sistema de Topics.
El mundo digital es relativamente nuevo. Por eso, ahora empiezan a definirse y a rectificarse algunas de las actividades que tenía instauradas. Este es un paso importante por parte de una de las empresas más relevantes del ecosistema digital para que la privacidad de los ciudadanos prevalezca y que, al mismo tiempo, las empresas puedan continuar con su actividad comercial.