Cualquier usuario medio de smartphone ya habrá disfrutado alguna vez de utilizar su dispositivo en lugar de una tarjeta de embarque o entrada a un espectáculo. La fórmula semi analógica más habitual es la lectura directa de un código de barras o Qr en la pantalla, pero la tecnología NFC comienza a sustituir este método que en poco se diferencia de llevar un documento impreso, por otro mucho más inteligente. La seguridad de encriptamiento y claves personales que sirve para pagar la compra del supermercado con sólo acercar el móvil al TPV, sirve también como método de control de acceso en una puerta.
Salir con el smartphone dejando las llaves en casa
Fabricantes como Tesa ofrecen en el mercado actualmente cerraduras inteligentes que transformarán cualquier puerta en otra conectada. Además de la comodidad personal de no necesitar nada más que el omnipresente teléfono para entrar en nuestra casa, nos permite otras ventajas como facilitar el acceso a otras personas enviando la autorización a su teléfono. El conserje que tiene que entrar a comprobar si hemos dejado el grifo abierto o dejar un paquete recibido, el familiar o amigo que llega a visitarnos antes de que lleguemos… imagine un apartamento de alquiler en plataformas como AirBnB en el que confirma el acceso del cliente como si de un hotel se tratara, a distancia.
Otras funciones relacionadas con la seguridad son las distintas alertas que se pueden programar. Por ejemplo, cuando entra y sale una persona concreta, como empleados del hogar o los hijos en ausencia de los padres. O recibir un aviso si nos hemos dejado la puerta abierta… con la posibilidad de cerrarla desde el móvil.
Empresas conectadas a los accesos inteligentes
Según la revista ITUser.es en 2016 el 5% de las organizaciones ya utilizaban los dispositivos móviles para el control de acceso físico a oficinas y locales, citando fuentes de la consultora Gartner, que calcula que en 2020 serán ya una de cada cinco las empresas que lo hagan, sustituyendo las tradicionales tarjetas de acceso.
El uso de smartphones y otros dispositivos IoT sustituirían también previsiblemente a los sistemas biométricos de captura de cara o voz adicionales.
Una de las principales ventajas de este medio de acceso es la posibilidad de permitir el paso a un determinado nivel de seguridad de forma remota, cuando así se necesite. Por ejemplo, en el caso de las visitas que van a acceder sólo durante una reunión, es posible darles autorización con solo saber su número de teléfono. Es más, aplicaciones como Wallet de Vodafone permite controlar la apertura de puertas a distancia, controlar el estado de las mismas y programar alertas para determinados usuarios.
Gracias a la tecnología NFC, combinadas con soluciones como Wireless Online de SMARTair™, se puede gestionar de forma centralizada, mediante acceso web, el 100% de las instalaciones. Este sistema dispone de un abanico de cerraduras inteligentes fáciles de instalar, sin cableado, compatibles con todo tipo de puertas.
En el caso de dispositivos que no sean compatibles, o de aquellos usuarios que no quieran facilitar su número de teléfono, las cerraduras inteligentes funcionan con una tarjeta NFC física, que se puede pegar al terminal también.
La app Vodafone Wallet cuenta con otras utilidades de interés para empresas y particulares, desde método de pago móvil a planes de fidelización sustituyendo a las tarjetas de cliente, hasta el acceso a transporte público como medio de pago.