El Internet de las Cosas es una de las tecnologías más extendidas en el mundo. Resulta especialmente interesante analizar cómo es el aliado perfecto para digitalizar y automatizar muchos procesos en sectores más primarios y tradicionales, como la agricultura, la viticultura o la logística, entre otros. La capacidad de mejorar la eficiencia y productividad de estas actividades convierten al IoT, en muchos casos, en un salvavidas de estos sectores que, de no implementarlo, podrían dejar de ser competitivos y rentables a largo plazo.
Qué es el IoT
El concepto de Internet de las cosas (IoT, por sus siglas en inglés -Internet of Things-) hace referencia a objetos provistos de inteligencia de software interconectados M2M (máquina a máquina). Los dispositivos pueden actuar e interactuar remotamente y generar un ecosistema de servicios a su alrededor con el objetivo de agregar valor y mejorar la experiencia de los usuarios.
Cada día, la variedad de dispositivos conectados al Internet of Things (IoT) crece. Como consecuencia, los datos que generan esos dispositivos también incrementan. Para optimizar su funcionamiento, entran en juego otras tecnologías:
- Interfaces de programación de aplicaciones (API).
- Big Data.
- Inteligencia Artificial.
- Machine Learning.
El IoT es clave para las empresas, puesto que permite extraer valor de una variedad y volumen de datos en constante actualización. Se convierte, así, en uno de los mayores proveedores de información para los sistemas de Big Data, Inteligencia Artificial (IA) y Computación Cognitiva. Las empresas se aprovechan de esta capacidad para analizar información en tiempo real sin intermediarios humanos.
En definitiva, las compañías pueden maximizar la eficiencia de los procesos en la industria, adaptar la producción industrial al stock y a la demanda esperada de cada producto con una planificación de estrategias más detallada que dé respuestas inmediatas a situaciones reales.
Beneficios empresariales gracias a la vinculación de IoT y Big Data
- Automatización de procesos.
- Producción más eficiente en función de los diagnósticos de uso y satisfacción de los clientes.
- Mejora de la experiencia de usuario.
- Toma de decisiones estratégicas más informadas.
- Ahorro de costes.
- Beneficios ecológicos, por ejemplo, reducción del consumo energético.
Gracias al IoT es posible establecer interconexiones en las máquinas y en los procesos de las grandes industrias, para optimizar su funcionamiento por medio de tecnologías inteligentes.
Actualmente, facilita a las empresas la toma de decisiones, gracias al análisis de datos en tiempo real. Otras de las múltiples ventajas que trae consigo son: aumento de eficiencia, ahorro de costes, incremento de productividad y, cómo no, excelencia operacional.
Para aprovechar las oportunidades del IoT, la industria debe integrar tres elementos en sus procesos operacionales:
- Dispositivos inteligentes.
- Analítica: el análisis de datos es el que permitirá visualizar tendencias, patrones y obtener conclusiones válidas.
- Nube o Cloud, que permitirá el almacenamiento de todos los datos generados y de las herramientas necesarias para el procesamiento y la analítica de esos datos.
El IoT ya está cambiando las reglas del juego en distintos sectores
El Internet de las Cosas cubre un amplio abanico de casos, industrias y aplicaciones. Estas son algunas de ellas:
Transporte
Aunque todavía tiene mucho margen de mejora, el IoT aparece en el transporte como uno de los sectores con más recorrido.
Por ejemplo, existen herramientas que permiten coordinar, en tiempo real, los distintos transportes usados por una compañía, reduciendo kilómetros y, en consecuencia, disminuyendo las emisiones de CO2 de cada trayecto. Estas aplicaciones tecnológicas las podemos ver en soluciones inteligentes para la optimización de rutas, las cuales conectan directamente con los sistemas de gestión del tráfico.
Otra de las palancas que pueden ayudar a mejorar la eficiencia del transporte es la optimización de la carga. Con este tipo de tecnologías se minimiza el número de kilómetros “en vacío” que realizan los vehículos. Gracias a sistemas de Inteligencia Artificial y de IoT, se pueden ajustar las circunstancias del vehículo y tráfico en tiempo real, lo que facilita la optimización de las rutas como de las cargas, favoreciendo la reducción de esos kilómetros en vacío.
Por otra parte, los sistemas de IoT, son capaces de mejorar la seguridad de los transportes, no solo actuando sobre las condiciones del bien transportado sino incorporándolos al propio vehículo. Estos sistemas facilitan la toma de decisiones durante el transporte, revertiendo definitivamente en la seguridad de las personas y de los bienes transportados. Además, proporcionan información precisa y en tiempo real para la realización del adecuado mantenimiento del vehículo, lo cual reduce drásticamente la posibilidad de fallos mecánicos y accidentes.
Agricultura
Al igual que los transportes, la agricultura se ha convertido en un filón para el IoT. El clima, la temperatura y el riego son algunas de las variables que son medibles a través de los sensores. Estos datos van a una plataforma que actuará como un sistema agrupador y homogeneizador para la toma de decisiones.
Al conectar a los agricultores con datos en tiempo real sobre el clima y las tendencias anteriores, IoT les permite saber cuándo plantar sus cultivos. Algunas empresas utilizan sensores que alertan a los agricultores sobre el rendimiento potencial de sus cultivos si tuvieran que plantar en el período de tiempo dado.
El IoT no solo afecta al trabajo de campo, también es clave para asegurar una distribución eficiente del producto. Tomemos el ejemplo de CASI, la cooperativa agrícola líder en la venta de tomates en Europa, ha apostado por las soluciones IoT de Vodafone para reducir los tiempos de localización de pedidos, ganar en eficiencia y evitar errores a la hora de distribuir y clasificar la mercancía. La cooperativa almeriense ha conseguido una considerable reducción de costes gracias a un sistema de balizas y etiquetas conectado con sensores y dispositivos inteligentes y controlados desde la nube.
La gestión del inventario, el control de calidad, la monitorización de los flujos de producción o incluso las etiquetas electrónicas son solo algunos de los casos de uso en los que el IoT puede ayudar y aplicar en casi cualquier sector.
Aunque la tecnología ya se ha convertido en el compañero de viaje habitual de muchas empresas, conviene mantenerse al tanto de las nuevas tendencias para saber cómo pueden aplicarse a cada situación.