La combinación de tecnología y servicios financieros están dando lugar a la creación de nuevos modelos de negocio y la entrada de nuevos actores en un sector hasta ahora cerrado. Numerosas startup en todo el mundo se están creando, tratando de competir con los tradicionales bancos, o como nuevos proveedores de servicios de estos.
Según la consultora Ernst & Young, China es particularmente fuerte en pagos y financiación alternativa con más de 358 millones de consumidores que utilizan los pagos por móvil o los préstamos online por un total de 116 millones de euros en 2015. En este liderazgo tiene mucha responsabilidad la existencia de empresas como Alibaba Group, la red Social Tencent y el buscador Baidu, junto a la plataforma de comercio electrónico JD. Sus grandes bases de clientes les permiten mover enormes cantidades de dinero digital. En los últimos años, la inversión FinTech en China ha experimentado un fuerte apoyo del gobierno de la República Popular China, con más de 750 fondos dirigidos por los gobiernos que invierten en el sector, además de 5 millones de euros en subvenciones del gobierno, exención de impuestos y parques tecnológicos subvencionados comprometido para la creación de empresas por parte del primer ministro chino. Con ello, China se ha convertido en un centro líder FinTech en términos de inversión de capital, que se estima en un valor de 7,6 millones de euros en el año 2016, casi el doble de los 2,4 millones en 2015.
El estatus de Hong Kong como centro financiero y sus conexiones con el mercado chino han dado lugar a una explosión de empresas FinTech, que ya cuenta con unas 50 empresas del sector, naciendo cinco o más empresas cada año.
Singapur también experimenta un crecimiento destacado, aunque los expertos aseguran que en Hong Kong se impulsa mucho más desde la base el modelo startup y es el mercado quien decide el camino a seguir.
Buscando mercado en ambos lados del sector, la banca y los usuarios.
Entre las nuevas empresas que se crean en torno a la tecnología, unas lo hacen como colaboradoras de las entidades financieras y otras fijan su mercado en los clientes de estas. Así, los servicios que prestan van desde el análisis de Big Data para el asesoramiento en la toma de decisiones sobre préstamos, como por ejemplo hace DemystData con clientes como Citibank, a la selección de productos rentables para pequeños inversores que propone 8 Securities, radicada en Hong Kong, cuyo presidente ejecutivo asegura que una de las obligaciones de las empresas pequeñas e innovadoras es presionar a las instituciones más grandes para conseguir más y más rápido, y también para reducir las tasas y lo que cobran a los clientes.
Savneet Singh, que ha invertido en más de 10 empresas FinTech y es fundador de GBI, una compañía de cambio y comercio con oro y plata, asegura que “es un creyente en que el banco del futuro será una colección de apps en su teléfono. Aunque hay mucha arrogancia en la idea de que es fácil crear un banco”. Singh habla de un mercado con un público objetivo que hasta ahora ha sido la generación millennial, de 18 a 34 años de edad, quienes tienen un apego especial a sus smartphones. Durante 2016, de los 850 millones de dólares que ingresó la banca de consumo en EEUU, las FinTech obtuvo solo el 1%, según un estudio de Citibank. Las previsiones del banco son que las FinTech controlen el 17% en 2013, con 1,2 billones de dólares.