Entre los objetivos del proyecto de Ley de Cambio Climático y Transición Energética está reducir un 23% las emisiones de efecto invernadero para 2030. La sostenibilidad y los Objetivos de Desarrollo Sostenible están a la orden del día para las empresas, ya que la mayoría de ellas están muy comprometidas con los propósitos definidos en la Agenda 2030. Para cumplir con la reducción de la contaminación de su actividad las empresas deberán ser parte activa del cambio y poner un precio a las emisiones de dióxido de carbono (CO2) que genera su actividad. A continuación, damos las claves para reducir la huella de carbono en las empresas.
En primer lugar, es necesario explicar qué es la huella de carbono. Podemos definirla como el impacto que dejan los seres humanos en el medio ambiente, medido en CO2, en función de los gases de efecto invernadero. Para reducirla, como ser humano, puedes tomar varias medidas, como utilizar la bicicleta o el transporte público, anteponer el tren al avión cuando sea posible, utilizar bolsas de compra reutilizables, limitar el consumo de carne o comprar ropa fabricada de manera responsable.
Pero, ¿y las empresas? ¿Qué pueden hacer al respecto para ser más sostenibles y cumplir con los Objetivos de Desarrollo Sostenible que marca la ONU?
Reducir el uso de la energía
Para reducir el uso de la energía las organizaciones pueden seguir una serie de recomendaciones, como por ejemplo:
- Emplear bombillas de alta eficiencia energética.
- Contratar energía procedente de fuentes renovables.
- Cambiar los gases refrigerantes por otros con menor potencial de calentamiento global.
- Programar el apagado y desconexión automática de los equipos.
- Promover el trabajo flexible, para reducir el número de horas de los empleados en las instalaciones.
Políticas de movilidad
El transporte es uno de los principales responsables de la emisión de gases de efecto invernadero. Ya sea por carretera, ferrocarril o vía marítima. En España, este sector es el culpable del 25% de la contaminación, de la cual, el 75% proviene del transporte por carretera.
Por ello, es necesario que tu empresa tome medidas para fomentar el uso de medios de transporte más eficientes, ofrezca ventajas a los empleados que acudan en bicicleta o transporte público a la oficina y reduzca los viajes en avión, apostando por las videoconferencias.
El impulso de combustibles alternativos es otra de las decisiones que podrían contribuir a la sostenibilidad, así como el uso de los vehículos eléctricos.
Incentivar la producción local
Las alternativas locales a la hora de buscar proveedores puede disminuir el CO2 generado en el transporte, además de generar la oportunidad de explorar nuevas vías de negocio.
Encontrar, en la medida de lo posible, proveedores o intermediarios que también tengan registrada la huella de carbono reducirá enormemente las emisiones de carbono producidas por la responsabilidad socioambiental de proveedores, la reciclabilidad de los envases, el impacto del combustible, los kilómetros de transporte, etc.
Disminuir el consumo de papel
La digitalización ha venido para quedarse y la pandemia no ha hecho más que acelerar este proceso. En el último año y medio, seguramente has notado un aumento en la promoción de contenidos online, en detrimento de papel. A los billetes para acudir a eventos deportivos, culturales o musicales, o a los pasajes de tren o de avión, que se habían popularizado en este formato previamente, se ha unido la carta en los restaurantes.
La digitalización de todos los procesos posibles es una medida fundamental para evitar el desperdicio de papel y la consiguiente tala masiva de árboles. Cada vez más, las empresas comparten sus documentos en la nube o limitan sus comunicaciones al formato digital en lugar de ofrecer un dossier impreso. El avance en estas medidas va a ser determinante.
Reciclar
Aunque hoy en día está mucho más popularizado que hace dos o tres décadas, aún queda camino por recorrer en materia de reciclaje. El pasivo ambiental causado por los envases de los productos que utilizas en el puesto de trabajo daña de manera considerable al medio ambiente. Contrarrestarlo depende también de ti ya que es fundamental reducir las emisiones de CO2 que se generan al insertar nuevos recursos naturales a la cadena. Si desistes de reciclar, los residuos pueden terminar en un basurero o contaminando el mar o la montaña.
En resumen, aunque la huella de carbono es un problema común, las empresas como agentes sociales son imprescindibles para conseguir el cambio y la sostenibilidad. Por su importancia, por impacto y por capacidad de acción, desempeñan un papel clave en la lucha contra el cambio climático: desde la contribución a los Objetivos de Desarrollo Sostenible hasta la gestión sostenible de su cadena de valor.
Si las grandes empresas toman conciencia de la importancia de la sostenibilidad, son capaces de comunicar ese valor a sus empleados y clientes, mientras que además, consiguen reducir su propio impacto, estarán más cerca de conseguir los objetivos marcados en la Agenda 2030.