Un equipo mecánico tan habitual como las carretillas elevadoras desempeña un papel imprescindible y vital en las cadenas de suministro en casi cualquier almacén logístico, sea cual sea su tamaño. El proyecto europeo T-Rex, liderado por empresas españolas, pretende optimizar el uso de estas herramientas mediante la monitorización constante y en tiempo real de su uso.
Se calcula que de la obtención de estos datos, la mejora del rendimiento puede suponer un ahorro de hasta un 50% alargando la vida útil y reduciendo su mantenimiento. Paralelamente, se obtendrían ahorros de la optimización general del trabajo analizando los movimientos de las carretillas por los almacenes. Pero además, como veremos, los cambios tecnológicos darán paso a todo un nuevo modelo de negocio.
Reducir el coste del ciclo de vida de una máquina requiere mejorar el rendimiento a través de combinaciones de reparación, renovación y reutilización. La clave para esto son los nuevos modelos que se alejan de los enfoques correctivos y preventivos ineficientes. T-REX está demostrando los beneficios predictivos de mantenimiento basado en la condición de una variedad de sensores para controlar los factores de rendimiento críticos.
En el proyecto, avalado por la Unión Europea, participan empresas de Finlandia, Francia, Alemania, Italia y España. El socio italiano IMA TECNO ha rediseñado el electro-husillo de alta velocidad que se fabrica y se instala con sistemas de sensores que monitorizan los parámetros relacionados con la fiabilidad y el mantenimiento. Por factores de monitoreo como el desgaste del eje, el fabricante está mostrando cómo las pérdidas de producción de sus clientes pueden reducirse al tiempo que proporciona información importante para el diseño de mejores electro-husillos. En España, el socio de T-REX ULMA que vende, alquila y arrienda carretillas elevadoras, se está beneficiando del nuevo add-on (sensor) del proyecto.
El dispositivo rastrea el desempeño y el estado de los vehículos en cuestiones como la carga de la batería y el rendimiento del motor y proporciona esta información en tiempo real. Así está ayudando a sus clientes a lograr menores costes de mantenimiento y prolongar la vida útil de los equipos que alquila apreciablemente.
Los promotores del proyecto tienen el propósito de mostrar que la nueva plataforma de negocios puede lograr una reutilización de los equipos del 55% al 70%, una extensión del ciclo de vida en el rango del 25% a 30%, y una reducción de los costes del servicio de mantenimiento en un 15-30% y 25-30 % en los del ciclo de vida.
Este tipo de tecnología, en combinación con equipos Machine to Machine (M2M) permitirían a empresas suministradoras o propietarias controlar estos rendimientos de forma distante y automática, gestionando flotas industriales de la manera más eficaz posible.
El elemento clave en este esfuerzo es el equipo que utiliza sensores para controlar el rendimiento en tiempo real y por lo tanto mejorar la productividad. El proyecto ya ha puesto en marcha el monitoreo basado en el estado de las carretillas elevadoras para el socio español, que lleva a reducir los costos y tiempos de vida de equipos más largos de hasta un 50% en algunos casos. T-REX también está refinando nuevos modelos de negocio para ayudar a las PYME a adoptar soluciones de productos-servicios integrados (PSS) que reducen los residuos y aumentar el rendimiento tanto para ellos y para sus clientes.
Tecnología que cambia el modelo de negocio del mantenimiento. El coordinador del proyecto Aitor Arnáiz del organismo de investigación español IK4-TEKNIKER explica: «Las empresas necesitan ir más allá de las ventas de productos tradicionales hacia modelos basados en servicios. En este nuevo panorama, los fabricantes no venden un producto físico, como una máquina herramienta, sino más bien los beneficios que trae, por ejemplo, un determinado rendimiento o resultado. »
T-REX promoverá soluciones integradas de productos-servicios: Un cambio del valor de compra a cambio de valor de uso, para satisfacer las necesidades del cliente. En este nuevo panorama, los fabricantes no venden un producto físico, sino su uso (el alquiler o el pago por uso) o de su resultado (pay-x-performance). Empresas y red de abastecimiento deben centrarse en la reducción del coste del ciclo de vida del producto y extender su ciclo de vida con el fin de maximizar los beneficios, aumentando la utilidad del cliente y el valor del ciclo de vida de sus ofertas. Diferentes factores se tendrán en cuenta para que esto suceda:
- Adaptación para el nuevo entorno que cambia la forma del producto y las relaciones con los clientes.
- Técnicas de diseño de producto para extender el ciclo de vida, fomentar la mejora y renovación, y para apoyar la capacidad de servicio.
- Metodologías para desarrollar nuevos servicios consistentes con los modelos de negocio y la reingeniería de los servicios existentes.
- Integración de las capacidades de monitoreo locales con herramientas para la gestión de Activos, adaptables a las necesidades de la industria.
«Este es un alejamiento de una venta de una sola vez, como una carretilla elevadora, hacia una relación más integrada fabricante-cliente donde el producto podría ser la distancia recorrida, o el número de mercancías transportadas,» dice Arnáiz. «T-REX es la reducción de las barreras que enfrentan las PYME a la adopción de estas ideas y se benefician de las ganancias de productividad que ofrecen.»
Este planteamiento, propio de la nueva economía de Internet de las Cosas (IoT), supone la toma de conciencia por parte de los fabricantes acerca de la importancia de seguir ofreciendo un servicio de utilidad a los clientes tras haberles suministrado los equipos, manteniendo el contacto comercial con ellos para que ambos obtengan un beneficio mantenido en el tiempo que fortalezca las relaciones entre ambos.
Fuente: Comisión Europea
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