En los negocios, ¿quién no ha usado una tarjeta de visita con todos sus datos con fines comerciales o hacer networking en los eventos profesionales? Pues bien, ahora ya no es así y hemos mejorado este pequeño concepto para integrarlo con la tecnología open source y llevarlo a innovadoras utilidades como el análisis de nuestras pulsaciones.
Antes de ver cómo han evolucionado echemos la vista atrás y vayámonos a sus inicios, en la China del S. XV, cuando los emisarios entregaban pequeños mensajes breves con la finalidad de informar al pueblo de las visitas de personajes importantes. No fue hasta el S. XVI, en Francia durante el reinado de Francisco I, cuando se introdujo esta forma de intercambio de información. Y en el S. XIX fue cuando se incorporaron diseños y tendencias donde los burgueses incluían imágenes y donde André Eugène Didèri (fotógrafo francés) logró desarrollar una técnica de revelación fotográfica con la que logró imprimir hasta 12 fotografías en un solo trozo de papel.
En nuestros días, todo este uso se ha diversificado y evolucionado de la mano de la tecnología y, aunque no se ha perdido la costumbre de usar este tipo de tarjetas, sí es cierto que la creatividad y el ingenio son más importantes que el contenido para poder captar la atención del receptor y sus ventajas como elemento publicitario superan a las meramente prácticas de transmisión o almacenamiento de una información destinada a ser archivada. En los entornos digitales, los datos profesionales se comparten incluso de forma pública en redes como LinkedIn, about.me o mediante tarjetas ID enviadas desde nuestra agenda de contactos en la nube.
La capacidad de almacenar información casi ilimitada en soportes virtuales, especialmente desde la llegada de las apps ha dado un giro completo en nuestras relaciones. Grandes compañías tecnológicas o de aplicaciones como puede ser Evernote, han llegado a acuerdos para integrar los datos a través de la cámara del móvil e incorporar el escaneo de las tarjetas de visita y guardar una copia digital. Fácil y, porqué no decirlo, menos abultado que tener un fajo de tarjetas en el bolsillo. También hemos visto la integración de códigos QR donde recoger toda la información necesaria para el demandante.
Y hasta aquí, llegamos para entender que en una tarjeta de visita podemos incluir un electrocardiograma poniendo los dedos pulgares de nuestras dos manos. Sí, efectivamente, algo novedoso y que Mobileecg nos trae para darle una vuelta de tuerca a la percepción, la creatividad y el concepto de las tarjetas de visita. Esta empresa húngara, que se dedica al desarrollo de electrocardiógrafos compactos con conexión por Bluetooth, ha conseguido compactar esta tecnología es un espacio pequeño, tanto como una tarjeta de visita. La han llamado electroCARDiograph, puede medir, en tiempo real, el ritmo cardíaco de una persona con solo colocar sobre dos sensores los dedos de la mano. Aunque ellos comentan que no es un dispositivo de diagnóstico, que es lo suficientemente bueno como para captar con claridad la P, Q, R, S y T o las de la señal del ECG, no quita para entender la evolución de un medio que estamos acostumbrados a ver cada día. Incluso para la propia empresa que se dedica a la venta de este tipo de productos.
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Toda nuestra información en una sola tarjeta.
En España se han expedido hasta la fecha más de 48 millones de Documentos Nacionales de Identidad electrónicos (DNIe). Gracias al microchip integrado, similar a una tarjeta SIM, se puede almacenar información personal con el fin primordial de acreditar de forma indubitada la identidad de una persona. Sin embargo, las posibilidades de este tipo de tecnología no estaban siendo explotadas al máximo, y desde el verano de 2015 ya se han empezado a expedir los nuevos DNI 3.0 que utilizan esa capacidad de gestión de datos para concentrar en una sola tarjeta el DNI, el carné de conducir y la tarjeta sanitaria. Esto es posible gracias, además de los avances en Administración Pública Digital, a su nuevo chip NFC (Near Field Communication) que en el futuro permitirá extender sus usos a viajes electrónicos y comunicaciones con móviles inteligentes.
EL DNIe 3.0 abre la puerta a la descarga de aplicaciones específicas como los datos fiscales de la Agencia Tributaria, la Vida Laboral o la actualización de puntos del carné de conducir. Igualmente, se mantienen y mejoran los usos del DNI actual que permiten firmar documentos on line con validez jurídica o la retirada de medicinas en las farmacias. Esta cesión de datos personales a las instituciones, tienen una contrapartida en forma de la posibilidad de avisos humanitarios 24 horas en caso de accidentes fuera de España.
El siguiente paso en la unificación de nuestros documentos personales en uno solo, será la integración de los medios de pago en nuestro DNIe que nos evite llevar la cartera llena de plástico y la necesidad de mostrar un documento identificativo como garantía del pago. Aunque muchas de esas soluciones ya están disponibles en forma de app para móviles, en un entorno en el que hasta los cajeros automáticos dispensan efectivo en bitcoins.
Fuente: MobilECG