Las pantallas rotas de los teléfonos móviles podrían autorrepararse gracias a que un equipo de científicos japoneses ha desarrollado un nuevo tipo de vidrio autorregenerativo que se recompone, simplemente aplicando presión. Soluciona así un problema de los polímeros no cristalinos de alto peso molecular, que generalmente forman materiales mecánicamente robustos, y sin embargo, son difíciles de reparar una vez fracturados.
El polímero de autocuración
El hallazgo de la investigación dirigida por el profesor Takuzo Aida de la Universidad de Tokio y publicado en la revista Sciencie, se produjo inicialmente por accidente, mientras estudiaban nuevos adhesivos.
Durante la investigación, uno de los equipos notó que el polímero que estaba examinando para usar como pegamento tenía la capacidad de adherirse a sí mismo.
Cuando se cortaba, se comprimía y se mantenía unido durante 30 segundos a temperatura ambiente (21 grados Celsius o 70 grados Fahrenheit). Al no confiar en el resultado casual, Yu Yanagisawa, un estudiante graduado en el departamento de química y biotecnología de la universidad, realizó una serie de experimentos de seguimiento para confirmar que el vidrio autorregenerativo realmente funcionaba.
El vidrio autorregenerativo es posible gracias a un polímero de bajo peso llamado «polieter-tiourea», que utiliza el compuesto tiourea para aumentar la capacidad de los enlaces de hidrógeno en el material cuando se corta o se rompe.
Autoadherencia sin calor
No es la primera vez que investigadores diseñan materiales de autocuración como este. Otra línea de investigación de la Universidad de California probó el uso de un material polimérico de autocuración con miras a la electrónica y la robótica blanda, que podrían repararse a sí mismo.
Se trata de un material elástico y transparente que conduce iones para generar corriente y, algún día, podría llegar a reparar una pantalla rota.
Pero lo que diferencia al nuevo polímero es que es estructuralmente robusto, como el vidrio, pero también capaz de autorrepararse, propiedades que a menudo se excluyen mutuamente en compuestos de ingeniería.
Lo que también hace único al vidrio es que realiza su función de autoadherencia a temperatura ambiente, mientras que otros materiales de autocuración a menudo requieren calentamiento para inducir su comportamiento de unión. Además, el material también logra volver a pegarse más rápido que otros componentes desarrollados anteriormente.
Aplicaciones médicas y ecológicas
Sin duda, una buena utilidad de este descubrimiento accidental puede ser el ahorro en el reemplazo de las pantallas rotas de los teléfonos móviles. Pero su aplicación podría ir mucho más allá, a un área donde se observan materiales de autocuración: la medicina.
Las sustancias blandas y adaptables se podrían emplear algún día dentro del cuerpo humano, para fortalecer los huesos y ayudar a formar tejidos.
Además, sus descubridores esperan que este vidrio reparable se convierta en un nuevo material ecológico, que evite la necesidad de ser desechado cuando se rompe.
Fuente: Sciencie Alert
Pioneros en la Universidad de Alicante
Ya en 2015 los Investigadores de la Universidad Alicante UA José Miguel Martín, catedrático de Química Inorgánica, José Antonio Jofre, ingeniero químico e industrial y el químico Andrés Yáñez e presentaron su desarrollo de un material polimérico flexible capaz de auto-repararse.
El material constituye un tipo de resina transparente que tiene la propiedad de repararse por sí solo ya que, como demuestra el vídeo que han grabado, si se corta con una tijera por la mitad y se pone en contacto de nuevo, tras 10-15 segundos, se une sin necesidad de utilizar ningún otro material o herramienta.
Además el material tiene memoria de forma y aunque se aplaste o manipule recupera su forma original en pocos segundos.
El proceso, cortar y unir, puede realizarse dentro del agua o cualquier otro fluido. Los investigadores aseguran que esta propiedad constituye una novedad a nivel mundial que abre camino al desarrollo de diferentes materiales para aplicaciones en sectores como el de la medicina, cosmética, industria espacial, automoción, entre muchos otros.